viernes, octubre 04, 2013

"Anarquismo" de sexenio


Desvirtuar protestas
Contra las marchas
Responsabilidad de Mancera

Julio Hernández López / Astillero

De inmediato fue puesto en escena el subsecuente episodio del montaje titulado Los espontáneos anarquistas y las protestas tan nefastas. Aún no se recogían por completo los restos en el campo de batalla ni se precisaban las presuntas responsabilidades políticas y judiciales del caso, cuando PAN y PRI ya estaban plantados con sus propuestas de regular marchas y manifestaciones públicas (¿incluirán las de corte religioso, en especial las peregrinaciones organizadas por la Iglesia católica, acaso las guadalupanas?), en un evidente acompasamiento bipartidista deseoso de facilitar un mayor castigo a las expresiones destempladas (o no) de protesta masiva. Así, en esa continuidad de la programación de temporada (con la marquesina principal anunciando la obra cumbre: Las reformas que yo soñé, adjudicada al compilador mexiquense E.P. Nieto) se dio el primer enfrentamiento en el Senado, entre el bando granadero cuatricolor (verde, blanco y azul, y rojo) y la resistencia infiltrada, a cargo del PRD, principalmente.

Contundente cual cachiporra ha sido el proceso de instalación de una presunta irritación ciudadana extrema que propiciaría la toma de medidas proporcionalmente fuertes contra la plaga violenta de las protestas. Concordancias mediáticas sin posibilidad de disimulo, que centran los incidentes del 2 de octubre en las condenables agresiones a los cuerpos policiacos, pero dejan de lado la escalada reductiva de derechos y libertades, en especial el uso de policías de civil para detenciones y golpizas, y la permisividad más que significativa de las autoridades capitalina y federal respecto a los grupos impunes de presuntos anarquistas, que desde el inaugural 1º de diciembre del año pasado se han convertido en instrumento de provocación y distorsión en marchas de protesta y han acabado sirviendo a los propósitos del peñismo regente y sus satélites aliados, como el jefe del Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera.