#LadySenadora
Historias tropicales
VivaAerobús: abusos
Julio Hernández López / Astillero
Aferrada a un tragicómico alegato pleno de prepotencia, ignorancia, clasismo, marrullería y mendacidad, una nueva rica de la política mexicana (llegada al banquete gracias al Partido de la Revolución Democrática, bajo promoción del bando de los Chuchos) irrumpió en el poblado muestrario de ladies y gentlemen que a partir de presuntas cartas de autoridad e influyentismo pretenden obtener privilegios y agreden a quienes consideran inferiores.
Luz María Beristáin Navarrete, ahora conocida como #LadySenadora, es un atinado botón de muestra de la manera en que, merced a arreglos facciosos, los cargos de representación popular son entregados en todo el país, en una institucionalizada irresponsabilidad practicada por todos los partidos, a personajes sin preparación ni capacidad para cumplir con tareas como las legislativas. En el episodio relacionado con la indefendible línea aérea VivaAerobús, la senadora se asumió como autoridad, siendo teóricamente una representante popular y en entrevista al día siguiente, es de suponerse que ya más sosegada, llegó al extremo aberrante de quejarse por la satanización contra los políticos e invocar la creación de una fiscalía especializada para la defensa de ellos.