Presionan al casino
Profes en ebullición
Rebanadas en el IFE
Julio Hernández López / Astillero
Los apostadores del casino Pacto por México presionan a la casa para que otorgue más bonos y prestaciones a quienes han decidido entrarle a tan peculiar negocio de riesgo. Cumplida la primera fase del arreglo, los concurrentes al juego político hacen ver cuán difícil puede ser la consecución del segundo tramo, que incluye temas sólo aparentemente menores en comparación con los grandes rubros puestos en la ruleta más vistosa (educación y telecomunicaciones y, por venir, energéticos, hacendarios y financieros).
Resulta que el priísmo va degradando sus aires de reformismo en los bueyes del compadre a la hora de entrar a zonas que ya no afectarán nada más a poderes fácticos, a los que el neocesarismo desea realinear políticamente mediante un nuevo reparto de rebanadas del pastel, sino que impactarían a ese autoritarismo restaurado: transparencia, tema en el cual el binomio EPN-PRI tiene clara vocación regresiva, bien dispuesto a obstruir los mecanismos de acceso público a datos del ejercicio gubernamental; el endeudamiento de los estados, tema delicado por cuanto varios de los gobernadores priístas hicieron malabares presupuestales para tener más recursos, mediante la contratación desbocada de préstamos luego volátiles, y así ayudar a la campaña de quien ahora lo menos que les debe es reciprocidad protectora, y las propuestas anticorrupción que obviamente irían, de ser eficaces y estrictas, contra el ADN político del partido en el poder.