domingo, febrero 22, 2009

La verdad de las mentiras

Cristina Matondo

La de contador de historias es una de las ocupaciones más respetadas en el continente africano. Son ellos quienes transmiten, generación tras generación, la historia y la cultura oral a sus pueblos. Son el hilo conductor del porqué de las cosas, de por qué el negro es negro y el blanco, blanco. Son el hilo conductor de la verdad, para que nunca se pierda.

No se me ocurre manera mejor de contarles una verdad (que muchos quieren que se extinga) que a través de una historia.

Siéntense y escuchen:

"Imaginense un país exagerado:

-Un país cuya superficie fuera tal que abarcara la extensión de Portugal, España, Francia, Alemania, Suiza, Polonia y parte de Rumanía juntas. O, en su caso, como 2 veces México.

-Donde su subsuelo escondiera tesoros tales como:

1)COLTÁN (que sirve para fabricar baterías de aparatos electrónicos como móviles, videoconsolas, ordenadores, fibra óptica).

2)DIAMANTES (75% de la producción mundial).

3)ORO en cantidades ingentes.

4)PIROCLORO (materia prima para construir reactores y cohetes).

5)CASITERITA (Utilizada en soldadura por su gran % de estaño).

6)PETRÓLEO (aún virgen).

7)GAS NATURAL

8)URANIO

9)COBRE

10)COBALTO

11)MINERALES RAROS: GERMANIO, EURIPIO, NIOBIO, THORIO.

12)PIEDRAS PRECIOSAS
-Un país donde no escasearan ni el agua ni la electricidad; y que tuvieran tal excedente que además pudieran abastecer a todo su continente: 40 - 50% del agua y una presa hidroeléctrica que pudieran abastecer de la luz a todo el continente.

-Un país donde cupieran y pudieran compartir sus riquezas nada menos que 61,2 millones de almas.

Seguro que estamos imaginando algo parecido al paraíso ¿verdad?.

Ahora imagínense que un país como éste fuera uno de los más pobres del mundo; donde:

-La violación de los derechos humanos se produjera de manera sistemática por parte de unas autoridades corruptas, una justicia inexistente y unos cuerpos de seguridad que no respetaran ni las leyes nacionales ni el derecho internacional.

-La luz fuera un bien escaso.

-Muchos niños fueran separados de sus familias y reclutados como soldados cuando deberían de estar disfrutando de su infancia.

-1,4 millones de personas tuvieran que abandonar a la fuerza sus hogares; convirtiéndose así en desplazados en su propio país.

-322.000 personas tuvieran que refugiarse en los países vecinos para evitar la violencia brutal del suyo.

-La esperanza de vida no sobrepasase los 45 años.

-La tasa de mortalidad en menores de 5 años fuera de 208 de cada 1000.

-Hubiera algo más de 5 millones de muertos entan solo 5 años de conflicto.

¿Se lo imaginan?.

Pues se llama REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DE CONGOy ésta es su historia:

La verdad de este país del África central está casi tan escondida como sus recursos minerales. Pero, como ellos, está ahí y una vez asoma a la superficie hace encajar a cada una de sus piezas como las de un puzzle.

R.D. Congo tuvo muchos nombres hasta llegar a éste. Cada nombre le dio una historia diferente pero todas ellas fueron desgraciadas y sangrientas y costaron demasiadas vidas.

El 1º de ellos fue CONGO BELGA.

Cuando el continente africano fue descubierto (o "encubierto", según se mire) por los europeos se repartió, escuadra y cartabón en mano, en un mapa de papel. No se tuvieron para nada en cuenta las fronteras naturales y milenarias que dividían los países repartidos.

Bélgica, con su Rey Leopoldo a la cabeza, se pidió para él Congo (territorio llamado así por el gran río que lo atraviesa de norte a sur). La intención del "bueno" de Leopoldo era la de civilizar a aquellas pobres gentes que no sabían cómo vivir, cómo vestir, cómo hablar ni cómo comportarse.

Pero los "buenos propósitos" se le olvidaron pronto y convirtió al país, a todo el país, 2345 millones de km2 en su coto privado de caza. En él no sólo cazaba animales autóctonos sino que, en esas incursiones, empezó a cazar también oro, diamantes y otros recursos naturales.

Fue él (y lo acuso descortésmente con el dedo) quien abrió la veda del expolio en este país de ensueño.

Abrió las puertas a todo aquel extranjero blanco que quisiese enriquecerse fácilmente . Porque para ello era su dueño.

Después llegó una época de confusión y la colonización empezó a ser vista con malos ojos por los "civilizados" países europeos.

Bélgica, tomando nota de esto, decidió dejar de prestar su "ayuda" al país africano. Después de todo, ya les habían enseñado (no había ni un solo licenciado superior congoleño) todo lo que tenían que saber de la (des) civilización. Así que, tras asegurarse de que su pequeño vástago Congo se quedaba bien manejado por sus marionetas, empezó la "descolonización" oficial (que no oficiosa), que desencadenó (¡cómo no!) en una Independencia Dependiente.

Hubo una sola oportunidad (una sola) de liberarse de la lacra belga. Se llamaba Lumumba y, en su primer discurso como Primer Ministro elegido democráticamente, ya se había ganado el odio eterno de Bélgica y sus marionetas al señalar con el dedo y públicamente los desmanes cometidos en el tiempo de Colonias.

"Dios!! - pensaron los europeos - una cosa es que se crean libres y otra que lo sean de verdad".

Se les había ido un poco la mano descolonizadora y en seguida quisieron reparar el error. Con ayuda de otros gobiernos como EE.UU., Gran Bretaña y Francia (ejemplos todos de un saber hacer civilizado ¿?) y apoyados por la o­nU eliminaron al elemento eliminable. Fin del problema.

Aquí se acaba la historia de CONGO BELGA.

Después de un golpe de estado (promovido por estos gobiernos del buen saber hacer), subieron al poder al traidor, al eterno: Sese - Seko Mobutu.

Llegaron aires africanizantes. Todo tenía que ser nombrado como en el origen.

Empieza así la historia de ZAIRE y los zaireños.

Mobutu abrió puertas donde ni siquiera los belgas habían tenido ocurrencia de abrirlas. De par en par. Todo cabía. Las multinacionales extranjeras empezaron a entrar al país como a unos grandes almacenes en rebajas. Todo saldos. Gratis! Gratis!. Camparon a sus anchas con sus propias leyes: dominaban sin dominar, robaban sin robar, estaban sin estar como fantasmas. Cogían lo que les interesaba y se iban sin más.

Los congoleños - ahora zaireños - no notaron gran diferencia. Todo venía a ser lo mismo: ¿Qué más daba que robara un blanco o que un negro vendiera el país como saldos si ellos seguían sin beneficiarse en nada , seguían sin poder ser libres en un país donde era inconcebible no serlo?.

Empezó el tiempo de la resignación del pueblo pobre más rico del mundo: 30 años de costumbre al Régimen.

2ª oportunidades de salvación nunca fueron buenas pero ésta empezó trayendo un poco de esperanza: una rebelión, con posterior golpe de estado, sacó a patadas a un Mobutu que poco a poco dejaba de ser Sese - Seko (eterno) y se iba a morir a Marruecos.

Aquí se acaba la historia de Zaire.

Laurent - Desire Kabila decidió convertir en República, y encima, Democrática a este inmenso país.

Zaire necesitaba aires progresistas y pasó a llamarse: REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DE CONGO (Desde ahora R.D.C)

El rebelde Kabila no tenía fuerzas suficientes para llevar a cabo un proyecto tan exagerado como el propio país, así que no tuvo más remedio que echar mano de los "vecinos" Ruanda y Uganda. Utilizó y se dejó utilizar. Compró su ayuda firmando un tratado en el que se dividía en 3 partes el dominio económico de la zona oriental (la más rica en recursos minerales) de Congo.

Esa fue, sin saberlo, una firma que sentenció a muerte y a la agonía que llevaría a R.D. Congo hasta donde hoy está pero esa es otra historia.

Volvamos a L.D. Kabila: Cuando él quiso recuperar su influencia económica y militar en esa zona ya era tarde. Ni Ruanda ni Uganda estaban dispuestos a soltar lo que habían obtenido tan fácilmente años atrás y que los había convertido en 2 avanzadillas de relativa prosperidad y calma en medio del caos de los Grandes Lagos.

No sólo a ellos no les interesaba romper este tratado tan beneficioso con su vecino sino que tampoco a Gran Bretaña ni a EE.UU. Estos 2 actores desconocidos hasta ahora en esta historia se habían convertido (¿casualmente?) en los socios occidentales de Uganda y Ruanda, respectivamente.

La Uganda de Museveni se había convertido en este tiempo en el 4º receptor de ayuda (tanto humanitaria como militar) de Gran Bretaña, mientras que la Ruanda de Kagame (discípulo militar de EE.UU, donde se había formado) se había convertido en una de las bases más importantes de los americanos en el continente negro.

A cambio, ellos saqueaban y expoliaban a R.D.C. para que los "contratistas privados extranjeros" pudieran sacar "limpiamente" los recursos robados a través de sus países sin mancharse las manos ni el prestigio.

Si no ¿cómo se explica que Uganda - un país que prácticamente carece de oro propio y declara una producción de 1.4T - exporte 7.3T? ¿acaso el oro se reproduce solo?. ¿Cómo es posible que Ruanda conste como uno de los mayores exportadores de coltán cuando no existe ninguna localización de este mineral en su subsuelo?.

La explicación es simple: EE.UU. y U.K. les dan cobertura económica y militar a sus socios africanos precisamente para que expolien a R.D.C. En resumen, son los más interesados en sembrar la violencia brutal (llegando a hacer que los individuos pierdan hasta su humanidad) y el desconcierto a través un"conflicto" tribal, que no es tal.

L.D. Kabila, al intentar romper este (bi) monopolio y abrir las puertas del negocio a China y otros vecinos como Angola, abrió la caja de Pandora.

El atrevimiento le costó la vida. También a 3 millones de congoleños. Es la cifra más alta de muertos en conflicto desde que en 1945 se desencadenase la II Guerra Mundial.

Los que sobrevivieron tuvieron que huir. Se desconoce la cifra exacta de desplazados internos y refugiados a otros países de los alrededores; además de la diáspora a Europa de los más intrépidos y afortunados.

En este punto de la historia podemos plantearnos la pregunta de:

"¿Dónde están los organismos internacionales, las fuerzas de paz (extraña combinación de palabras) en un conflicto de estas dimensiones?".

Ahí. Estaban y están ahí. Sobre el mismo terreno. Incluso fueron tan afortunados que se creó un organismo propio para este caso en concreto: MONUC (Misión de Observación de Naciones Unidas en Congo), la mayor fuerza de paz (repito, extraña combinación de palabras) desplegada por la ONU en toda su historia: 17.000 soldados de todas las nacionalidades.

Pero ¿por qué no son capaces de cumplir su objetivo de proteger y velar por la seguridad de este país y de su gente?. Cuentan con todo lo necesario: recursos humanos, materiales, militares, económicos...

¿Para qué entonces seguir gastando tal cantidad de dinero en una misión infructuosa, que no vale la pena?. ¿La estancia allí es como unas vacaciones pagadas a sus militares?.

Hasta la población congoleña, cansada ya de esta situación de incapacidad y pasividad, les llegó a tirar piedras a los cascos azules.

No sé si tendrá algo que ver o no pero EE.UU. y Gran Bretaña (miembros ambos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas) tienen poder de veto sobre las decisiones del Consejo y pueden (si quieren y seguro que es así) impedir acciones más agresivas que frenen la debacle y el caos en este país.

Tras la muerte de L.D.Kabila ( a manos no se sabe muy de quién aunque las malas lenguas apuntan alto a su hijo), cogió el poder Joseph Kabila.

Hombre misterioso, del que no se sabía mucho en R.D. Congo - excepto que recibió formación militar en China y que tenía más contactos y origen en Ruanda que en la propia R.D.Congo- se hizo cargo de un gobierno de transición que englobaba todos los partidos políticos y reunía también a los rebeldes dispersos por el territorio.

Kabila hijo no vio mal el nombre de REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DE CONGO y decidió dejarlo como estaba. Sólo eliminó a todos los cargos que había dispuesto su padre en su gabinete, quitando así el aire renovador que Kabila padre había tratado de conseguir.

Poco o nada cambió para el país: cada vez menos trabajo, cada vez menos luz, cada vez menos sueldos, cada vez menos infraestructuras...

Y de repente un día se aviva el conflicto en la parte oriental del país (recuerdo: la más rica en recursos minerales y disputada por sus vecinos Ruanda y Uganda).

Los medios de comunicación occidentales despliegan a sus reporteros y empiezan a darle en unas semanas la cobertura que no le han dado en años.

Todos los ojos miran hacia R.D.C. Lo descubren. Muchos no saben siquiera situarlo en un punto del mapa. "Pobres negritos".

Pero Congo no sabe dónde mirar.

"Crisis humanitaria, Crisis Humanitaria" - gritan en las portadas.

EE.UU. y Gran Bretaña tienen miedo. Demasiada atención. Demasiados negocios sucios y demasiadas manos tintadas de rojo.

Surge una idea. Y se le da cobertura.

"El General Nkunda - tutsi congoleño, según él aunque muchos lo dudan - declara una guerra para proteger a la minoría tutsi. Todo está relacionado con el genocidio ruandés del 94 (las poblaciones tutsi y hutu se enfrentaron en el 94 en Ruanda, ante la atenta mirada de los medios de comunicación y de los países occidentales, en una lucha descarnada por el poder: minoría contra mayoría. El uso del machete fue tan común en este conflicto que a parte de las víctimas mortales, la cifra de amputados y disminuidos es incontable. Muchos supervivientes pasaron a R.D.C. como refugiados y siguen allí hasta hoy). Según Nkunda, los genocidas ruandeses, que se esconden entre la población civil refugiada en R.D.C., deben ser expulsados (concretamente de la zona oriental aunque casualmente - en esta historia llena de fatales casualidades- no se concentran allí sino en zonas más cercanas a la frontera) tanto (y esto sí que es un acto de buena fe por parte de Nkunda) para proteger a los tutsis congoleños y a su gobierno como a la propia Ruanda".

El mundo se conmueve. No quieren tener rondando al fantasma de la vergüenza del 94 en Ruanda. No quieren tener que comer viendo otro conflicto tribal africano. Porque no es más que eso. Lucha de tribus. Los medios y los gobiernos y los rebeldes se encargan de que sólo sea eso. Empieza la campaña de desinformación.

Pero hay alguien que tiene informes donde se demuestra con detalle que la guerra y las muertes masivas de civiles que se vienen dando en R.D.C. desde 1996 poco tienen que ver con las tribus, con las etnias o con el genocidio ruandés. Y sí tienen mucho que ver con el expolio y con los gobiernos occidentales que lo financian.

Existen 3 informes distintos - S/2001/1446 , S/2002/1446(12 de Oct) y S/2003/1446(20 Oct) SOBRE LA EXPLOTACIÓN ILEGAL DE LOS RECURSOS NATURALES Y OTRAS RIQUEZAS DE R.D.C-del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, publicados entre 2001 y 2003, en los que un grupo de expertos documenta que Ruanda y Uganda se han convertido en los centros más importantes de comercio de diamantes, metales preciosos y otros recursos minerales que no se extraen en ninguno de estos dos países...pero que existen en grandes cantidades en su vecino Congo. Donde se documenta que Uganda y Ruanda son 2 de los mayores receptores de ayuda económica y militar en África. Donde se documenta que la lucha no está en las áreas limitadas cerca de la frontera con Ruanda (donde en la actualidad se encuentran los refugiados ruandeses (tanto hutus como tutsis) antigubernamentales). Donde se documenta que el conflicto abarca a varias generaciones en países empobrecidos hasta el infinito que ya no tienen ni recursos económicos suficientes para sostenerse a sí mismos (¿cómo pueden financiar entonces una guerra de años?). Donde se documenta que, aunque España y Francia, han emitido órdenes de búsqueda y captura a la INTERPOL contra Kagame presidente de Ruanda, éste entra y sale a dar conferencias en prestigiosos centros de EE.UU y Gran Bretaña alegremente.

Y van 5 millones de muertos.

Ningún ojo mira a R.D.C. con ojos limpios, ninguna oreja sabe apreciar las mentiras que se esconden en las verdades disfrazadas que nos cuentan, ninguna mano se mueve de verdad a ayudar, ni ninguna boca sabe darles consuelo.

"África llora"- dicen algunos.

¿Por qué no nos dejan oírla?

¿Por qué no queremos ver a los que llegan, a los que huyen (¡quién querría quedarse en ese infierno en el que hemos convertido África!)?. ¿Por qué son ellos los inmigrantes en nuestros países occidentales si los colonizadores nunca lo fueron en los suyos? ¿Por qué son ellos los ilegales?.

Ésta es su causa. Éste es su origen.

Ésta es la historia que yo sé de R.C. Congo, de Zaire, del país de los mil nombres y de las pocas esperanzas y la que quiero contar.

Quisiera poder poner un final feliz pero no veo ni el fin ni la felicidad en esta tierra.

Tal vez sea una mala contadora de historias.

Sóloespero que cada pieza haya encajado en el puzzle que empezamos a montar con la ayuda de un montón de contadores de historias: Amnistía Internacional, Umoya, Rebelión. org (Peter Erlinder, Mar Rodríguez, Manuel talens, Carmen LLovares, Nicolás Dorronsoro...), el libro "Asesinato de Lumumba" (de Ludo de Witte)... de los que he utilizado cifras, datos, fuentes, ilustraciones donde las palabras no alcanzaban (Nano - Humor Gráfico) pero sobre todo verdades que le dan vida a esta historia tristemente real.

Sólo queda una ultima pieza:

5 millones de negros... ¿a cuántos blancos equivalen?.

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